El show de la intimidad
Ya lo había dicho Oscar Wilde: “Que hablen de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen”. Hace diez años hubiéramos pensado que ese era el mandato que regía únicamente a las celebrities, ahora esa regla es extensiva a la persona común y corriente. ¿Necesitamos exponernos para confirmar nuestra existencia? Para Paula Sibilia -antropóloga y licenciada en comunicación- sí y la solución está en la web 2.0.
En la actualidad, gracias a las redes sociales logramos el ansiado simulacro de intimidad. Los blogs, fotologs, las páginas como Facebook y YouTube, entre otros, sirven como canales que permiten hacer un show de nuestras vidas. A través de relatos, fotos y videos el usuario va creando un personaje de sí mismo. Según Paula Sibilia, esta aspiración a ser personaje está ligada a la soledad; el personaje nunca está solo, siempre debe haber alguien que los esté observando, porque si nadie lo ve no existe.

¿Por qué esta búsqueda de lo real o aparentemente real? Porque, a pesar de que estamos dominados por la cultura audiovisual, ya no es tan obvia la distinción entre la realidad y la ficción. De acuerdo con Sibilia "internet se convierte en el lugar donde existe esa promesa de realidad: en la web sale la foto sin photoshop de la chica que posó en Playboy y los blogs muestran vidas supuestamente reales. De ahí también el éxito de los reality shows, de la no ficción, de las biopics en el cine y del fenómeno de los jóvenes escritores que hacen novelas en las que el protagonista se llama como el autor, con sus mismas características. Es una ficción hibridizada con la realidad".

Al momento de exhibirse cualquier experiencia puede ser valiosa e interesante, así ésta sea superficial o narrativamente pobre. Del mismo modo, para que esta experiencia sea vista por los demás, cualquier estrategia parece válida. Siendo la exposición de la intimidad el objetivo primario, muchas veces suele ignorarse las consecuencias indeseadas de esas estrategias.

Las redes sociales pueden convertirse en un agujero negro. Esto se debe a que pueden ser utilizadas por acosadores sexuales, por los mismos usuarios para ridiculizar y molestar a otros (ciberbullying), o por las empresas para hacer publicidad personalizada (gracias a que publicamos nuestros gustos, nuestras preferencias de consumo, entre otros datos).

La intimidad es ahora un show y la web 2.0 el medio para sacar nuestra vena exhibicionista.
1 Response
  1. Lorena Betta Says:

    Hola Manuela, al post le faltan enlaces a más fuentes que amplíen sobre el tema. Te pido que lo revises. Gracias


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